Fue una novedad el año pasado y lo pasamos genial. Así que, este año... también. Los más pequeños van a disfrutar de nuevo del rito navideño de tomar las uvas, pero a una hora en las que no se caerán de sueño, y, además, estarán llenos de energía para bailar, cantar y lo que haga falta.
Así que, papis y mamis, no hay excusas: es la ocasión perfecta para que practiquen antes de la gran noche de Nochevieja.