Martes, 26 de noviembre de 2024
Tortícolis congénita

Podemos decir que un bebé tiene tortícolis congénita si tiene la cabeza inclinada hacia un lado y su barbilla mira hacia el lado contrario.
La mayoría de tortícolis congénitas son por causa muscular o postural; por aguantar una postura durante un largo periodo, en la recta final del embarazo. El músculo que se sobre todo se afecta es el esternocleidomastoideo. Otras causas son:
- Que se lesione el musculo esternocleidomastoideo durante el parto; pueden romperse algunas fibras musculares; en este caso podremos tocar un bulto en el músculo.
- Que durante el parto se fracture la clavícula; esto puede provocar también una tendencia a tener la cabeza girada hacia un lado.
Suele detectarse entre las 2-4 semanas de vida, aunque a veces ya se nota tras el nacimiento.
¿Cómo se diagnostica?
Algunas veces las familias se dan cuenta de que el cuello está girado siempre hacia el mismo lado; y otras veces, en las revisiones de salud, el pediatra puede ver la postura ladeada o girada de la cabeza.
El pediatra hará una buena historia clínica y una exploración completa para descartar otras causas menos frecuentes, como problemas anatómicos o neurológicos.
¿Tiene consecuencias?
La consecuencia más frecuente es la plagiocefalia postural, ya que el cráneo del bebé es muy moldeable, y la postura de la cabeza, siempre hacia el mismo lado, aplana un lado del cráneo y da una asimetría en la cara.
¿Cómo se trata?
Una vez detectada, cuánto antes se actúe mejor. El fin es conseguir una movilidad normal del cuello y prevenir o tratar la asimetría de la cabeza.
El tratamiento se basa en el manejo postural y en unos ejercicios que harán la familia.
A veces precisa tratamiento de fisioterapia:
- Formas graves de torticolis: gran acortamiento del ECM.
- Cuando se inicia el tratamiento después de los 3 meses.
- Si no hay mejoría con el manejo básico por parte de la familia después de 4 a 6 semanas.
- En casos en los que haya además otros problemas o cuando lo indique el pediatra.
Casi todos los bebés con torticolis congénita mejoran en 2-3 meses, pero pueden necesitar hasta 12 meses para que se corrija del todo.