Lunes, 05 de mayo de 2025
Obstrucción de la vía lagrimal

¿Qué es?
Es la alteración lagrimal más frecuente, puede estar presente en el 30% de los recién nacidos.
Consiste en una obstrucción en la salida de la lágrima en su desembocadura en la nasofaringe a través del conducto lácrimo-nasal.
No suele detectarse hasta la 2ª-3ª semana desde el nacimiento, a pesar de estar presente dese las primeras horas de vida.
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma principal es la presencia de un lagrimeo constante que resbala por la mejilla o que se queda entre el ojo y el párpado inferior dando un aspecto húmedo y vidrioso.
También pueden aparecer legañas sin enrojecimiento ocular, así como un reflujo de secreción de moco o aspecto de moco-pus al apretar la zona del saco lagrimal, dando el aspecto de pestañas pegadas al despertar.
Esta lágrima constante podría originar una dermatitis secundaria por maceración de la piel, también podría complicarse con una conjuntivitis por sobreinfección con una infección del saco lagrimal (dacriocistitis).
Cuando el niño tiene una infección de vías respiratorias altas el lagrimeo y la secreción estancada del ojo aumentan ya que existe una conexión vía lagrimal-nariz-faringe.
¿Cuándo consultar?
Se debe consultar con el pediatra siempre que exista lagrimeo o legañas persistentes.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es sencillo y muchas veces se hace en la misma consulta del pediatra.
¿Tiene tratamiento?
La mayoría de estas obstrucciones se resuelven espontáneamente en los primeros meses de vida y un porcentaje muy alto de los casos se cura con tratamiento conservador en el primer año de vida.
El tratamiento conservador consiste en un masaje que el pediatra explicará en la consulta.
Para los casos resistentes al tratamiento conservados, se indica el sondaje de la vía lagrimal en quirófano y bajo sedación del niño.