El primer día de escuela infantil, ¿cómo ayudarle?

A todos los padres y madres les preocupa cómo se adaptará su hijo o hija en la escuela infantil; y es normal, aunque no hay que preocuparse si la escuela infantil es de calidad ya que el niño o niña comenzará a socializarse y es una buena preparación para el colegio.
Esta etapa le enseñará conductas tan valiosas y necesarias para vivir en sociedad como compartir las cosas o empezar a experimentar las primeras nociones de amistad.

Relaciones con otros niños

La escuela infantil aporta una nueva faceta al pequeño o pequeña al ampliar sus relaciones interpersonales: comienzan a tener sentimientos de pertenencia a un grupo y perciben que allí hay unas reglas y unos horarios que tienen que cumplir todos juntos.
A lo largo de toda su educación externa a la familia, aprenderán que hay «otros iguales» con los que jugar, divertirse y compartir, pero también con los que pelearse, de quienes proteger sus juguetes, a quienes chillar...

Desarrollo de la comunicación

Los niños y niñas pequeños, se comunican entre sí con su propio lenguaje, usando otro tipo de registros y de gestos diferente al de los adultos.
En la escuela infantil comienzan a comunicarse con otros adultos diferentes a sus padres, aprenden a esperar turno cuando quieren algo e incluso aprenden a conformarse cuando quieren algo y no lo consiguen. 

Escuela infantil y familia

La escuela infantil ofrece al niño y a la niña un aumento importante del número de estímulos de los que aprender; muy aconsejables para un buen desarrollo físico, cognitivo y emocional. Pero para que este proceso sea del todo beneficioso, se necesita coherencia y continuidad, por eso las familias deben mantener una comunicación fluida con la escuela. Y es importante que las normas que sigue en la escuela infantil tengan una continuación en el hogar.

La importancia del juego

La escuela infantil es la diversión en estado puro. Todos esos juguetes y esos adultos que se inventan actividades, bailes, canciones... la convierten en el paraíso del juego. Pero el juego compartido a estas edades es no sólo es diversión también facilita el aprendizaje. 
Y todo eso supervisado por adultos cualificados, que conocen el desarrollo del niño y que están atentos a cualquier problema que pueda surgir.