Bebidas energéticas

El consumo de bebidas energéticas ha aumentado en los últimos años de manera importante.

En España representan el 2% de los refrescos consumidos, principalmente entre los adolescentes y preadolescentes.

Este dato debe preocuparnos, ya ye este tipo de bebidas pueden tener efectos nocivos en la salud de los consumidores; tanto es así que algunas comunidades autónomas están prohibiendo la venta y el consumo a menores de edad.

¿Qué problemas ocasionan las bebidas energéticas?

Muchas de las bebidas energéticas vienen envasadas en botes de 500 ml y contienen gran cantidad de cafeína; la correspondiente a 2-4 cafés expresos. También tienen gran cantidad de azúcar. 

Como consecuencia de su composición, el consuno de bebidas energéticas se asocia a irritabilidad, trastornos del sueño (insomnio), ansiedad, nerviosismo, falta de concentración, dolor de cabeza, taquicardia, aumento de la tensión arterial, etc.

La Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), recuerda que el consumo de estas bebidas abre la puerta a la ingesta de otras sustancias tóxicas y a la promoción de adicciones, ya que es habitual que los adolescentes mezclen las bebidas “energéticas” con alcohol. La mezcla de alcohol (sustancia con efecto depresor) con bebida energética (sustancia con efecto estimulante) hace que se enmascaren los efectos del alcohol y el adolescente continúe bebiendo, facilitando así elevados grados de alcoholemia y comas etílicos. 

Después de esta exposición, podemos concluir que las bebidas energéticas no portan beneficios y menos aún a niños y adolescentes. La bebida por excelencia para todos, debe ser siempre el agua.

Para más información: https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/noticias_y_actualizaciones/noticias/2022/recomendaciones_bebidas_energeticas.htm